Xavier Giménez es educador social y lleva trabajando en la Fundación Salud y Comunidad (FSC) desde hace casi 7 años, en la que ha desempeñado diferentes funciones profesionales. En ella, empezó como auxiliar de tutelas del Servicio de apoyo “Amb tu” en Barcelona, dirigido a personas con diagnóstico en salud mental en el ejercicio de su capacidad jurídica y social, del cual es actualmente director. El servicio se lleva a cabo en colaboración con el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales i Familias (DTASF) de la Generalitat de Cataluña. Cuenta además con experiencia laboral como educador social en CRAE (Centros Residenciales de Acción Educativa) con adolescentes. Esta entrevista nos permite conocerlo mejor, así como el trabajo que realiza actualmente en FSC.

– ¿Desde cuándo trabajas en la Fundación Salud y Comunidad y cómo se ha ido desarrollando tu trayectoria profesional en ella?

Empecé a trabajar en FSC, concretamente en el Servicio de apoyo “Amb tu”, dirigido a personas con diagnóstico en salud mental en el ejercicio de su capacidad jurídica y social, en noviembre de 2017. Entré como auxiliar de tutelas. Al poco tiempo, me promocionaron como referente de tutelas.

En marzo de 2020, a raíz de la pandemia generada por el COVID-19, fui a coordinar el dispositivo de emergencias del Ayuntamiento de Barcelona en la Feria de Barcelona. Allí realicé tareas de gestión, coordinación y de dirección del equipo técnico.

Al finalizar el encargo, me promocionaron a responsable de equipos del área social y, posteriormente, a coordinador social. Actualmente, desde diciembre de 2022, soy el director del Servicio de apoyo “Amb tu”.

¿Qué destacarías desde la posición de liderazgo que desempeñas en este servicio?

Me parece imprescindible contar con un equipo de profesionales motivados, implicados y con ganas de aportar, que estén comprometidos con la misión y valores del servicio. Considero que la transparencia, la proximidad, flexibilidad y una buena comunicación, son clave para liderar un equipo de 30 profesionales que desempeñan una tarea muy compleja y de una gran carga emocional.

– ¿Qué es lo que te motivó a especializarte en la educación social?

El poder ayudar a personas y fomentar la integración social. Aportar, acompañar y escuchar. La atención directa en situaciones complejas a esas personas que no tienen las mismas oportunidades que otras o que están transitando por situaciones de vulnerabilidad. También, poder visibilizar a los colectivos más vulnerables. En definitiva, trabajar con y para las personas, desde una perspectiva inclusiva, de igualdad y de respeto, fue lo que me motivó a trabajar como educador social.

De estos 30 profesionales que trabajan en el servicio, 21 profesionales conforman el equipo social. Se trata de un equipo interdisciplinario del ámbito social, integrado por psicólogas, trabajadoras sociales, integradoras sociales y educadoras sociales.

En relación con el trabajo que se realiza en el servicio desde la educación social, ¿qué nos podrías decir?

Destacaría que, como disciplina pedagógica, la educación social tiene como objetivo la integración social de los diferentes grupos sociales, fomentar la promoción y participación social. Por esta razón, buscamos que en nuestro equipo siempre haya presencia de educadores/as sociales (actualmente somos 6) para promover los modelos de intervención y estrategias, con el fin de potenciar la calidad de vida y fomentar la autonomía personal, la responsabilidad, el respeto y el empoderamiento para alcanzarla.

También, desde esta disciplina, se diseñan los planes de trabajo individuales (PTI), basados en la voluntad, inclusión y participación plena en todos los ámbitos de la vida social de las personas atendidas; siempre a través del vínculo y de los límites en un marco socioeducativo.

– En tu caso, como nos has comentado, trabajaste primeramente como educador social en este servicio. ¿Cómo fue la experiencia?

Sí, en mi caso trabajé como educador social (auxiliar y referente de tutelas) más de 3 años y, posteriormente, como responsable y coordinador de los equipos, liderando las estrategias de intervención y el seguimiento de los planes de trabajo.

Ser el referente social tiene una gran responsabilidad y, en muchas ocasiones, genera situaciones de estrés y frustración. Pero, a la vez, es gratificante y completamente necesario. Poder trabajar a través del vínculo, adaptándote a cada persona, desarrollando competencias y habilidades sociales y comunicativas para llegar a generar cambios en las personas es una tarea muy bonita e intensa.

Asimismo, quiero destacar el hecho de haber trabajado con personas que tienen situaciones y realidades muy diferentes y haber adquirido experiencia profesional en salud mental, adicciones, discapacidad, personas mayores, violencia de género, sinhogarismo, etc. También, la creatividad y versatilidad que se requiere para vincular con las diferentes personas. Igualmente, el hecho de poder conocer los recursos de las diferentes redes de atención del territorio.

– Centrándonos ahora en el Servicio de apoyo “Amb tu”, dirigido a personas con diagnóstico en salud mental en el ejercicio de su capacidad jurídica y social, ¿cuál dirías que es su objetivo fundamental?

El servicio tiene como objetivo garantizar medidas de apoyo provistas judicialmente (y desde 2021, notarialmente) para el ejercicio de la capacidad en condiciones de igualdad a personas con diversidad funcional intelectual, salud mental y personas mayores. Su objetivo es garantizar su derecho a decidir sobre su proyecto vital y su autodeterminación, promoviendo su autonomía personal y garantizando su voluntad.

– ¿Qué destacarías como más relevante desde su puesta en funcionamiento?

El servicio tuvo su primer encargo en 2008, con un total de 6 personas tuteladas, y en la actualidad somos más de 300. Destacar cómo nos hemos adaptado a la reforma legislativa de septiembre del 2021, en lo que afecta a las personas con discapacidad. Así como el hecho de tener una capacidad de adaptabilidad y resiliencia para superar las diferentes adversidades que suponen gestionar un equipo que trabaja con personas con patología dual de alta complejidad.

– ¿Qué tipo de actividades /acciones lleváis a cabo?

Realizamos actividades en tres áreas:

  • Área psicosocioeducativa: seguimiento individualizado e integral. Realizar la acogida, información y orientación, así como la valoración, planificación, seguimiento y evaluación de las personas con la medida de apoyo. Asimismo, la elaboración del plan de trabajo individualizado y la atención directa a todas las necesidades de la persona asistida.
  • Área jurídica: acompañamiento (y si fuera necesario, representación) en todos los intereses jurídicos de las personas asistidas.
  • Área económico-administrativa: gestión y administración de los intereses económicos y patrimoniales de la persona concernida (los ingresos y los gastos de la persona).

– ¿A cuántas personas habéis atendido desde la puesta en funcionamiento del servicio?

Hemos atendido a 695 personas.

– ¿A cuántas atendéis actualmente?

Actualmente, estamos trabajando con 302.

– ¿De qué forma hacéis seguimiento a las personas participantes y con qué periodicidad?

Hacemos un mínimo de 2 visitas mensuales a las personas atendidas y esta frecuencia aumenta, en función de las necesidades de las personas. Además de las visitas y acompañamiento a las personas usuarias del servicio, también cabe añadir las coordinaciones con los profesionales de la red y familiares, entre otros. Se hace un trabajo individualizado e integral, en el entorno más cercano de la persona.

– Para finalizar la entrevista, ¿con qué te quedarías de la labor que desempeñas como director del servicio, hasta el momento?

Con la implicación, compromiso y humanidad del equipo profesional, con sus ganas de aprender y de ayudar. Con su persistencia e inconformismo, y con las ganas de poder generar cambios.