Casi 4 de cada 10 mujeres asesinadas en todo el mundo perdieron la vida a manos de sus parejas, según pone de manifiesto un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que al menos uno de cada siete homicidios en el planeta (13,5 por ciento) son cometidos por la pareja. En el caso de los hombres asesinados, sus parejas fueron las responsables en un 6,3 por ciento de los casos.
La OMS define la violencia física o sexual contra la población femenina como «un problema de salud pública de proporciones epidémicas». El informe Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal en la salud —publicado por la OMS en colaboración con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica— determina que el 35,6% de las mujeres ha sufrido agresiones a manos de su pareja o de alguien que no es su pareja —en algunas zonas, como el continente africano, esta cifra se eleva al 45,6%—. En su mayor parte, son casos de violencia machista. Es significativo que el 29,4% de las chicas de entre 15 y 19 años haya sido maltratada por su compañero o excompañero sentimental, lo cual refleja que este problema se inicia muy pronto en las relaciones de pareja.
Después de buscar de forma sistemática en estudios publicados en los últimos veinte años, que contienen datos sobre la prevalencia mundial del homicidio en la pareja y estar en contacto con las oficinas estadísticas nacionales de 169 países, la doctora Heidi Stöckl, de la Escuela londinense de Higiene y Medicina Tropical, en Reino Unido, y sus colegas identificaron 118 estudios y reunieron información sobre 492.340 homicidios de 66 países.
El panorama global es muy variable, según la investigación, que publica ‘Lancet’. Los países con las tasas más altas de asesinatos de mujeres a manos de su pareja son los del sureste de Asia (58,8 por ciento), los países de ingresos altos (41,2 por ciento), de las Américas (40,5 por ciento) y África (40,1 por ciento). Los países de regiones de renta baja y media del Pacífico occidental (19,1 por ciento), la región europea de bajos ingresos e ingresos medios (20 por ciento), y la región del Mediterráneo oriental (14,4 por ciento) registran las tasas más bajas.
Por su parte, entre los asesinatos de los hombres, las tasas de homicidio por parte de sus parejas fueron más altas en los países de altos ingresos (6,3 por ciento), la región de África (4,1 por ciento), y la región europea de ingresos bajos y medios (3,6 por ciento), mientras en el resto de regiones la prevalencia era menos de 2 por ciento.
Carencia de datos
Los autores señalan que se trata de estimaciones conservadoras y dicen que la verdadera magnitud del problema se ve obstaculizada por la falta de datos y de la gran cantidad de información que falta sobre la relación entre el agresor y la víctima, ya que al menos una quinta parte de todos los homicidios en el estudio no informaban de la relación entre la víctima y el infractor y se registraron como asesinatos de personas que no eran pareja.
«Nuestros resultados ponen de manifiesto que las mujeres son desproporcionadamente vulnerables a la violencia y el asesinato por parte de su pareja y que sus necesidades se han descuidado durante demasiado tiempo. Estos asesinatos son, a menudo, el resultado final de una fallida respuesta social, sanitaria y penal a la violencia en la pareja», afirma Stöckl.
Y añade: «Aún queda mucho por hacer, sobre todo, en el aumento de la inversión en la prevención de la violencia de pareja, el apoyo a las mujeres que sufren violencia de pareja, ya que la mayoría de las mujeres asesinadas por su pareja han mantenido relaciones abusivas a largo plazo, y en el control de la posesión de armas de personas con un historial de violencia».
En un comentario relacionado, Rosana Norman, del Instituto de Investigación Médica de Niños de la Universidad de Queensland, Australia, escribe: «Estos resultados tienen implicaciones importantes en los esfuerzos para prevenir los asesinatos de pareja y la necesidad de seguir investigando. La prevención de homicidio de hombres contra mujeres en la pareja es importante e investigaciones sobre las complejas cuestiones relacionadas con las relaciones íntimas sólo pueden llevarse a cabo si se recogen mejor los datos de manera sistemática».
Los efectos de la violencia en la salud
El estudio menciona las muchas enfermedades o padecimientos asociados a estas agresiones, como la mayor probabilidad de dar a luz a bebés por debajo del peso recomendado, de padecer una depresión, de tener problemas con el alcohol o sufrir un aborto; además aumentan los contagios de enfermedades de transmisión sexual.
El porcentaje de hombres muertos a manos de sus parejas, un 6%, contrasta con el caso contrario, el de mujeres que son víctimas mortales de sus compañeros sentimentales: un 38%. En algunas regiones, como el Sudeste asiático, más de la mitad de los crímenes contra mujeres (el 55%) son cometidos por sus cónyuges.
Los autores del informe remarcan la importancia de que por primera vez se haya realizado una revisión sistemática y una síntesis de datos científicos a nivel global y regional sobre la prevalencia de estas dos formas de violencia contra la mujer. «A partir de ahora nos será más fácil comparar datos por regiones y ver cómo evolucionan las cifras y los métodos para recabar información, algo que hasta este momento nos había resultado imposible», cuenta García Moreno, quien anima a reforzar los esfuerzos para prevenir las agresiones, concienciar la población y mejorar la asistencia a las víctimas. De hecho, la OMS también ha presentado este jueves una guía para que médicos y enfermeras sepan cómo atender a las mujeres que sufran este tipo de agresiones.
Fuente: Europa Press y El País