Las ayudas económicas que sirven para que mujeres víctimas de la violencia de género no dependan económicamente de su agresor y puedan alejarse de él tampoco están a salvo de la crisis.
Los presupuestos presentados en el Parlamento por parte del Gobierno Vasco el pasado viernes recogen una merma en la cuantía destinada a estas ayudas del 10%, después de que las cuantías, y las solicitudes de estas ayudas, hayan crecido progresivamente a lo largo de toda la legislatura.
El presupuesto para este recurso pasará en 2012 de 380.000 euros a 342.000, una diferencia de 38.000 euros. El recorte viene a ser equiparable a la ayuda económica que se les facilitaría a casi 15 mujeres sin hijos o personas mayores a su cargo —las cuantías varían según la situación de las víctimas, con un abanico de cantidades entre los 2.556 euros y los 10.224—.
La normativa de este instrumento recoge la posibilidad de ampliar la cuantía, por lo que el Gobierno podría inyectar más dinero para esta causa a lo largo de 2012. “Nadie se va a quedar sin la ayuda”, asegura un portavoz del Departamento de Interior.
La reducción de la partida destinada a las ayudas económicas es el equivalente en euros al 42% de la cuantía recortada del presupuesto total de la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, dependiente del Departamento de Interior, que en 2012 tendrá 89.000 euros menos para destinar a las mujeres maltratadas, con un presupuesto de 2,1 millones de euros.
La ayuda no ha dejado de crecer económicamente, tanto en las partidas presupuestarias que se han destinado a ella como en las posteriores ampliaciones y, a pesar del recorte del 10%, sigue siendo una cantidad superior a las de 2009 y 2010. En 2009 se presupuestaron 195.512 euros para esta herramienta puntual que trata de que la dependencia económica hacia el agresor no sea un obstáculo para que las mujeres maltratadas se alejen de él. Este año hubo que hacer una primera ampliación.
En 2010, el presupuesto se elevó hasta 230.000 euros, pero fue necesario llevar a cabo dos ampliaciones que lo engordaron hasta los 450.000 euros debido al crecimiento de la demanda, un aumento que la dirección siempre ha explicado por el mayor conocimiento de este instrumento, más que por el aumento del número de víctimas de violencia de género. Durante el primer semestre de este año se han concedido 36 ayudas de este tipo.
Para 2011 se han reservado 380.000 euros y se ha llevado a cabo una modificación de la normativa para que las ayudas sean compatibles con la percepción de otra ayuda, la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).
El recorte de las ayudas económicas a maltratadas es otro más de los que el Gobierno vasco ha impulsado en el proyecto de ley de presupuestos que la próxima semana será debatido en el Parlamento para su aprobación en diciembre. En el planteamiento realizado por el Ejecutivo se registran recortes en el 7% de la RGI, o en las ayudas que se conceden por el nacimiento de los hijos.
La decisión de aumentar la cantidad está en manos del Ejecutivo. Las ayudas para maltratadas, al contrario que otras, como la Renta de Garantía de Ingresos , no son un derecho subjetivo. Si lo fueran, la administración estaría obligada a ampliar la partida presupuestaria automáticamente si el dinero se agotara y una solicitante cumpliera con los requisitos establecidos.
Fuente: El País (Ania Elorza)