Mujer

La Fundación Salud y Comunidad realiza la «Jornada Interna 25N en FSC: Buenas prácticas en Intervenciones en Violencia Machista»

El pasado año 2023, concretamente en junio, se acordó y firmó, por la totalidad de la Comisión Negociadora, el Plan de Igualdad (PI) de FSC 2023-2026, documento que marca las líneas a seguir y las medidas acordadas hasta el año 2026. En él, se refuerza el compromiso para seguir aplicando políticas de igualdad entre mujeres y hombres en nuestra entidad, la Fundación Salud y Comunidad (FSC).

En este sentido, durante el presente año 2024, hemos realizado dos jornadas internas en formato online: la primera, titulada «Avanzando en Igualdad», se celebró el 18 de marzo, con motivo de la celebración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Manteniendo el compromiso adquirido, el pasado 10 de diciembre, realizamos una segunda jornada interna, titulada «Jornada 25N en FSC: Buenas prácticas en Intervenciones en Violencia Machista», coincidiendo con la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

La jornada comenzó con una presentación por parte de José Luis Sánchez (Adjunto a la Dirección Ejecutiva de FSC) que dio paso a una Mesa de Experiencias, moderada por Marta Álvarez, gerente del Área de Adicciones, Género y Familia de FSC.

En esta mesa, intervinieron Laura Sanz, directora del Hogar MIR de Valladolid; Leonor Valencia, directora del Centro Municipal de Acogimiento de Urgencias de Barcelona y Yolanda Herguera, directora del Centro de Acogida y Centro de Día para mujeres en situación de grave exclusión «Beatriz Galindo», de Madrid.

Laura Sanz, directora del Hogar MIR de Valladolid, abordó el trabajo realizado en la Residencia de acogida de niños, niñas y adolescentes (NNA), refugiados ucranianos/as con necesidades especiales en Valladolid (Hogar MIR), gestionado por la UTE formada por la Fundación Salud y Comunidad y el Grupo Lagunduz.

El recurso de protección a la infancia, surgió ante la situación de emergencia originada por el conflicto bélico en Ucrania. En la actualidad, se atiende a un grupo de menores trasladados a España mediante un desplazamiento forzoso, provenientes de un orfanato ucraniano. El perfil de las personas atendidas corresponde a niños, niñas y adolescentes con necesidades especiales. Se trata de necesidades derivadas del desconocimiento del idioma, necesidades derivadas de las características desfavorables del entorno familiar donde se habían criado, vivencia de experiencias altamente violentas, secuelas derivadas de hechos traumáticos, presencia de discapacidades intelectuales y/o físicas, problemas de salud mental…

La directora del Hogar MIR de Valladolid explicó que «la intervención que se ha realizado con este colectivo ha ido encaminada al trabajo global y transversal en el día a día de un centro residencial, en el que se está implicando a todos los trabajadores/as del mismo, desde el personal educativo, técnico y directivo hasta el personal de servicios. De esta manera, cada intervención con los/as NNA ha ido construyendo una línea pedagógica integral basada en el respeto».

En esta misma línea, también señaló que, «dentro de las intervenciones específicas en relación a la prevención de violencia machista, se han desarrollado una serie de actuaciones encaminadas a la desactivación del machismo. Entre ellas, se encuentra el trabajo psicológico en la identificación y reconocimiento de emociones, a través de la línea de vida emocional, el arte como vía de expresión en el Proyecto Puertas Emocionales y el Proyecto Educación Sexual Integral, con especial mención al establecimiento de límites y los círculos de confianza».

Igualmente, matizó que la incorporación de elementos físicos que faciliten espacios de recogimiento y reflexión, como es el caso de los columpios nido, ha servido como un recurso más para que estos/as NNA puedan vivir en el centro como un entorno seguro en el que poder crecer libres en el buen trato como alternativa a la violencia vivida.

A través de esta experiencia, expresaba que «se ha querido reivindicar una mirada más amplia de la violencia de género, una mirada en la que todos/as seamos conscientes de que la violencia contra la mujer no solo les afecta a ellas. Los hijos e hijas expuestos a la violencia de género son víctimas por el hecho de crecer en un entorno de violencia, aunque ni la sufran sobre ellos/as ni la presencien». De esta manera, según exponía la directora del Hogar MIR de Valladolid, «pasaremos de una infancia invisibilizada a una infancia escuchada y protegida».

Por su parte, Leonor Valencia, directora del Centro Municipal de Acogimiento de Urgencias de Barcelona, señalaba que «si a cualquiera de las personas que ahora mismo estamos conectadas a la jornada, se nos preguntara qué es lo más importante a la hora de hacer una intervención con una mujer que ha vivido una situación de violencia machista en cualquiera de sus formas o ámbitos, estoy segura de que la respuesta sería bastante unánime y sería del tipo: poner a la mujer en el centro, respetar sus tiempos, sus necesidades y sobre todo, sus decisiones. Lo que, en palabras técnicas, llamaríamos potenciar su agencia».

Del mismo modo, afirmaba que la agencia se refiere a «la capacidad de una persona para actuar, tomar decisiones y ejercer control sobre su propia vida. Este concepto pone énfasis en la acción individual y en la habilidad de tomar decisiones informadas y significativas sobre sus vidas y experiencias de violencias, en un contexto que respete su autonomía y derechos, aunque estas decisiones se tomen dentro de limitaciones estructurales, como normas culturales, económicas o sociales. La agencia permite a la persona no solo responder, sino también influir en su entorno».

Además, recalcaba que, en el contexto de violencia machista, la agencia se centra en que las personas afectadas tengan el poder y la capacidad de decidir cómo gestionar su situación, participar activamente en los procesos de intervención y reconstruir su vida, según sus propios valores y objetivos.

También aludía a la importancia del trabajo en red como buena práctica, reconociendo que «como profesionales no lo sabemos todo, pudiendo contar con el saber y el conocimiento del resto de áreas o subáreas de la propia entidad, que tanto nos pueden aportar y que a menudo no tenemos en cuenta».

Asimismo, se refería a la supervisión como otra buena práctica con la que cuentan en los servicios, en los que atienden problemáticas relacionadas con las violencias. «Tener a una persona externa, experta en la materia, que nos pueda ayudar a analizar desde un punto de vista más objetivo los casos y que nos permite identificar obstáculos de la intervención y diseñar nuevas estrategias».

Yolanda Herguera, directora del Centro de Acogida y Centro de Día para mujeres en situación de grave exclusión «Beatriz Galindo», de Madrid, se refería al servicio como un recurso especializado de baja exigencia, con perspectiva de género y reducción de daños, cuya finalidad es atender a aquellas mujeres en situación de grave exclusión que se encuentran en situación de calle y/o están siendo atendidas en la Red de Atención a Personas Sin Hogar, pudiendo presentar adicciones, enfermedad mental grave y/o duradera y situaciones de violencia de género.

De igual modo, explicaba que este servicio se concreta en los siguientes dispositivos: Centro de Acogida, Centro de Día y Estancia en plazas de alojamiento hotelero, apuntando que «dentro de los distintos programas que llevamos a cabo en el proyecto, contamos con un Programa Específico en Prevención, Atención y Recuperación de Violencia de Género, liderado por el área de psicología, educación social y coordinación. En este programa, de manera mensual, se analizan las barreras y dificultades añadidas en la intervención y/o atención por los mandatos de género, y las acciones e intervenciones que se pueden llevar a cabo para mitigar estas».

En cuanto a las acciones más importantes para incorporar la perspectiva de género en las distintas intervenciones, mantenía que «se encuentra la necesidad de la especialización y el acompañamiento experto por parte de los equipos de atención, por lo que la formación en género es un elemento central para nosotras. También, la implementación y entrenamiento de un enfoque y actuaciones desde la perspectiva interseccional que aborde los diferentes ejes de vulneración y el ofrecimiento de un espacio de seguridad y no mixto para las mujeres».

Por último, añadía como principales premisas del servicio:

– Trabajar para la reparación del vínculo y la confianza.

«Para nosotras, es fundamental trabajar con las mujeres el hecho de que no se sientan juzgadas, por su consumo, por su sufrimiento psíquico, por su forma de relacionarse, tanto con nosotras como con otras personas…y que el vínculo terapéutico estará ahí, pase lo que pase. Además, que entendemos que muchos de los comportamientos que presentan han sido sus salvavidas en otros contextos, y que cumplen esa función. También, que en el centro existe la posibilidad de relacionarse de otra manera. Para ello, las profesionales debemos contar con formación y preparación para las situaciones de alta complejidad que vamos a acompañar».

– Intervención grupal desde una perspectiva de género.

«No solo con la creación de espacios no mixtos se da un espacio seguro donde las mujeres puedan bajar sus defensas, sino que como profesionales trabajamos en crear esos espacios de seguridad dentro del centro. Espacios donde se trabaja la confidencialidad de la información allí expuesta, el no juicio entre ellas».

– Marco teórico: MACP, reducción de daños, modelo transteórico del cambio, entrevista motivacional, enfoque de trauma y perspectiva feminista.

«Para nosotras, es muy importante que en el equipo compartamos el marco teórico desde el que partimos y en el que nos sustentamos. Porque desde estos modelos se puede entender la flexibilidad, la no confrontación, el no juicio, el estar incondicional, el acompañamiento respetuoso, la oportunidad de decidir brindándoles un espacio seguro», expresaba Yolanda Herguera, directora del Centro de Acogida y Centro de Día para mujeres en situación de grave exclusión «Beatriz Galindo», de Madrid.

Entradas recientes

Atención y escucha activa a las personas mayores en el taller de bienestar emocional «Tu voz nos importa», desarrollado en el CIM de Altea

Siempre he sentido una afinidad especial hacia las personas mayores. Considero que son quienes más…

3 días hace

Ànima Dona, un año acompañando a mujeres en su empoderamiento sociolaboral

Desde el servicio de Inserción sociolaboral de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), finalizamos el…

5 días hace

Concurso de Tarjetas Navideñas en el Centro de Atención Especializada a Menores “Valle de Cayón” en Cantabria

El Centro de Atención Especializada a Menores (CAEM) “Valle de Cayón”, servicio de Atención a…

5 días hace

FSC diseña nuevas herramientas de detección de la prostitución y la trata con fines de explotación sexual

Durante este año 2024, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha financiado…

6 días hace

FSC finaliza con éxito el programa de formación para profesionales de centros de atención psicosocial intensiva de drogodependientes “IDEAS”

Con el objetivo de implementar esta nueva herramienta de evaluación informatizada (IDEAS), diseñada por la…

6 días hace

Mensaje de Navidad y Nuevo Año del presidente de la Fundación Salud y Comunidad, Francisco González Sedeño

Estimadas amigas y amigos, Como cada año, quiero felicitaros las fiestas y transmitiros, junto a…

2 semanas hace