La OCDE considera que la igualdad de género constituye un factor clave para el desarrollo económico e instó a los países de Oriente Medio y el Norte de África (MENA), donde se registra una de las mayores diferencias, a que fomenten sus ayudas para la entrada de las mujeres en el mundo laboral.

«En la actualidad solo el 27 % de las mujeres de la región integran la masa laboral, frente al 51 % de otras economías de ingresos bajos, medios y elevados, y solo el 11 % de ellas están autoempleadas, frente al 22 % de los hombres», indica la organización en un informe.

«Las mujeres en los negocios: Políticas para apoyar el desarrollo de la iniciativa empresarial femenina», concluye que aunque los Gobiernos de esa zona han logrado un avance significativo respecto a la desigualdad de género en la educación, todavía queda trabajo para explotar el potencial de las mujeres en la economía.

«Impulsarlas a contribuir como empleadas y emprendedoras supone una gran oportunidad para fomentar la competitividad, el crecimiento y la creación de empleo», apunta en ese texto el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ángel Gurría.

La OCDE subraya que aunque las reformas para mejorar el clima de negocios beneficiará a todos los empresarios, aprovechar los beneficios que las mujeres pueden aportar a la fuerza laboral requiere una acción concertada entre el Gobierno, la comunidad empresarial femenina y el sector privado.

La organización se dice dispuesta a participar en ese proceso, en el que ve necesario que se mejore el diseño de las políticas y su implementación, para garantizar que cuentan con medios suficientes, están bien coordinadas a nivel ministerial y dan a las asociaciones de mujeres empresarias mayor voz en el debate público.

Se pide además que se facilite su acceso tanto a las fuentes de financiación como a la información y los servicios de ayuda ya disponibles.

Las recomendaciones de este informe están basadas en la primera comparación que la OCDE realiza entre las políticas y los programas de apoyo laboral a las mujeres en las 18 economías de la región MENA, enfrentadas según el texto al desafío y la oportunidad de explorar nuevas fuentes de crecimiento económico.

«Los Gobiernos MENA deben crear urgentemente trabajo para los 2,5 millones de personas que cada año entran en el mercado laboral, y mejorar sus políticas para fomentar la iniciativa empresarial femenina para reducir el desempleo estructural», apunta ese documento.

En esa línea se destaca la necesidad de intensificar la agenda de reformas políticas, que avancen hacia una mejora del clima empresarial, el mercado laboral y la igualdad de acceso a la educación.

Y aunque se centra en la región MENA, amplía su recomendación al resto del mundo, asegurando que muchos de los obstáculos detectados en ella se dan en economías desarrolladas, y concluyendo que «ningún país puede generar un crecimiento duradero e inclusivo cuando el talento de la mitad de su población está infrautilizado»

Fuente: EFE