El «Binge Drinking» o «atracón de bebida» ocasiona graves consecuencias en la salud de los adolescentes provocando daños cerebrales y alteraciones que inciden en la memoria, la capacidad intelectual o de aprendizaje de los jóvenes.
Esta ha sido una de las conclusiones que resaltan los expertos que se han dado cita en la I Jornada de Divulgación científica «La ciencia al alcance de todos» organizada por Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias, FEPAD, en colaboración con la Universidad CEU Cardenal Herrera, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
La jornada que ha tenido lugar en el Palacio de Colomina ha contado con la asistencia de más de 60 profesionales del área de las drogodependencias y el acto de inauguración ha estado presidido por la directora de Gestión Sanitaria de la conselleria de Sanitat, Sofía Tomás, y el vicerrector de Investigación y Relaciones Internacionales de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Iñaki Bilbao.
En la reunión, desde FEPAD se ha presentado la serie «Cuadernos Prácticos de Investigación» una recopilación de más de 60 proyectos de investigación apoyados por la Fundación. Uno de los aspectos que han abordado los expertos ha sido la problemática del consumo excesivo de alcohol por parte de adolescentes en cortos periodos de tiempo.
El «Binge Drinking», que supone un consumo de 60 gr en varones y 40 gr en mujeres durante un intervalo temporal de dos horas, produce alteraciones estructurales y funcionales en el cerebro de jóvenes y adolescentes. La investigación de FEPAD llevada a cabo sobre esta materia deja la evidencia de graves consecuencias como daños en el cerebro que persisten con el tiempo.
Así, una de las zonas son los lóbulos frontales, ocasionando peor rendimiento en procesos de atención, razonamiento, planificación, toma de decisiones, control comportamental, etc. Además, incide al hipocampo, que es la zona relacionada con la memoria.
De este último aspecto cabe añadir que a los dos años de seguimiento persisten las dificultades en tareas cognitivas, incluso entre jóvenes exconsumidores. Por ello, la toxicidad del etanol puede alterar la plasticidad cerebral y modificar de forma irreversible ciertas regiones cerebrales en el adolescente.
Según han indicado expertos en la materia, los sujetos que comienzan a beber a una edad temprana tienen mayor riesgo de sufrir problemas de adicción al alcohol cuando son adultos. Por otro lado, respecto al policonsumo de alcohol junto con otras drogas, a través de investigaciones apoyadas desde FEPAD se observa que la combinación de alcohol y éxtasis, reduce la sensación de embriaguez de alcohol y aumenta la euforia del éxtasis. Se incrementan la presión arterial, frecuencia cardiaca y temperatura respecto al éxtasis solo.
La combinación de estas dos sustancias tiene graves consecuencias porque genera una falsa sensación de ejecución adecuada que tiene importantes implicaciones en el funcionamiento motor en general del consumidor, según las mismas fuentes.
Fuente: Europa Press