El Gobierno está estudiando sancionar con multas a los padres de los menores que acuden a las urgencias hospitalarias en situaciones de intoxicación y coma etílico ya que esta conducta se entiende como una dejación de la tutela efectiva por parte de los progenitores.

La propia ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, lo confirmó este miércoles, aunque puntualizó que la posibilidad es «simplemente una propuesta» de cara a la futura ley para prevenir el consumo de alcohol en menores.

Por su parte, el Delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, lo planteó antes, en una rueda de prensa en la que se ha presentado una campaña -«Los que no«-, que alerta sobre las graves consecuencias del inicio temprano del alcohol.

Esta medida se baraja dentro el anteproyecto de ley que prepara el Gobierno para limitar el acceso a los adolescentes al alcohol, según ha explicado Babín, quien ha advertido de que incluso se podría calificar de «maltrato» el que los padres permitan a sus hijos intoxicaciones etílicas permanentes en su propio domicilio.

«No albergamos otra expectativa que la de sancionarles con una multa, con el reproche social que lleva la sanción, porque no hay urgencia de hospital de España que a lo largo del fin de semana no trate varios comas etílicos en menores de edad», ha asegurado Babín.

«Esto que puede suceder ocasionalmente -ha proseguido-, si se convierte en una dinámica habitual es que hay una dejación de la tutela efectiva por parte de los padres».

Pero además, la Delegación del Plan está estudiando introducir en la norma estatal algunos aspectos para que los menores no puedan acceder a la publicidad sobre el alcohol en internet y las redes sociales.

La legislación actual sobre este asunto es «relativamente escasa», según Babín, con lo que internet y las redes sociales se han convertido en «un espacio de impunidad» desde los que algunas personas pueden hacer apología del consumo de alcohol.

Otras medidas que se contemplan están relacionadas con el etiquetado de las bebidas alcohólicas y su disposición y disponibilidad en las superficies comerciales, que no ha concretado.

Y no lo ha hecho porque Babín ha hecho hincapié en que pretende una ley de consenso y que por tanto tendrán que sentarse a hablar sobre las medidas con todos los sectores implicados.

De lo que se trata es de retrasar la edad de inicio del consumo de alcohol, máxime cuando la media en España está en los 13,7 años, algo que les puede producir daños orgánicos y psicológicos, además de fracaso escolar y conflictos familiares.

Más del 75 por ciento de los menores de entre 14 y 18 años consumen alcohol, un 48 por ciento de los de 14 años y un 86 por ciento de los de 18, con lo que la ingesta aumenta en términos porcentuales considerables a lo largo de la adolescencia.

Esta situación obliga a «anticipar acciones como mecanismo de prevención de cara a su maduración», ha subrayado Babín. Por eso, una de las prioridades del plan es la difusión de mensajes de prevención a menores y padres.

Fuente: EFE