Una investigación llevada a cabo por la Universidad CEU San Pablo de Madrid, que analiza la gravedad de las consecuencias del consumo de cocaína a edades tempranas o a edades adultas, observa que es más nociva durante la adolescencia sobre todo en lo que afecta al aprendizaje.

El proyecto, que dirige la profesora de farmacología Nuria del Olmo, destaca también que la cocaína es una droga con una gran capacidad para dañar el cerebro, «una posibilidad que es mayor a largo plazo»; sin embargo, no viene acompañada del deterioro físico característico del alcoholismo.

«Un alcohólico puede convertirse en una persona muy deteriorada desde edades muy tempranas, al contrario que una persona adicta a la cocaína, que -quitando los daños cardiovasculares- los daños producidos se verán a largo plazo», afirma.

En un inicio, estudió si el consumo crónico de drogas influía o determinaba de alguna manera el aprendizaje, sin embargo, se determinó que la relación era la contraria; es decir, que los individuos con más problemas para el aprendizaje caen más fácilmente en el consumo de drogas.

El estudio muestra que «los individuos con una menor capacidad para el aprendizaje, reaccionan peor a las drogas y, por tanto, es más sencillo que se hagan adictos».  En esta misma línea, muchos investigadores coinciden en que esto puede deberse a que el consumo de drogas es un aprendizaje más.

«Cuando los sistemas de aprendizaje fallan, se complica la deshabituación a las drogas. El mayor problema no es caer en la adicción, sino el mayor grado de dificultad para desaprender el hábito», afirman.

En el estudio han trabajado con dos razas de ratas que tienen diferentes respuestas frente a la cocaína: unas son claramente más adictas. En función de esas dos razas, se somete a las ratas a ciertos protocolos de aprendizaje tras el consumo de cocaína para estudiar sus reacciones y los mecanismos moleculares implicados en el proceso.

Desde la institución, recuerdan que «estudios como este son absolutamente necesarios a modo de prevención social». Además, «pueden suponer el poder avisar a personas con determinados perfiles de las dificultades que tendrían en caso de emprender una adicción».

Fuente: Europa Press