Los adolescentes con problemas de peso, ya sea por exceso o defecto, consumen entre un 20% y un 40% más de drogas que aquellos en los que la báscula indica un número adecuado de kilos. Así lo afirma un estudio realizado con más de 33.000 jóvenes italianos y publicado esta semana en ‘PLoS ONE’.
Fuente: El Mundo (Laura Tardón)
Según los resultados de las encuestas realizadas, ambas circunstancias -consumo de drogas y problemas de peso- comparten los mismos factores de riesgo psicosociales, relacionados con la autoestima, el nivel educativo de los padres y las amistades. «Es importante identificar los posibles desencadenantes para diseñar estrategias de prevención y tratamiento», subraya Sabrina Moinaro, principal autora de la investigación.
Por esta razón, después de dividir a los 33.185 participantes (entre 15 y 19 años) en grupos por su índice de masa corporal (IMC), se analizaron sus relaciones sociales, la influencia que éstas ejercen sobre ellos, su satisfacción con el vínculo que mantienen con los miembros de su familia y amigos, su satisfacción con su situación económica, con su salud, consigo mismos, posibles problemas con profesores, etc.
Más de la mitad de los participantes declararon que tenían amigos que abusaban del alcohol o de las drogas, tal y como versa el artículo. Algo que no sorprende en EEUU, donde también se registra un aumento de adolescentes que consumen sustancias ilegales y medicamentos sin prescripción médica; ni tampoco en Europa. Un reciente informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) advierte de la rápida popularización de las drogas sintéticas y de la combinación de fármacos y alcohol.
También se observó que tanto los que recurrían a estas sustancias de forma ocasional (al menos una vez en el último año) como los que lo hacían con frecuencia (más de 10 veces en el último mes) se mostraban menos satisfechos con su rendimiento académico, con la situación económica de su familia, con sus amigos y consigo mismos. Factores psicosociales de riesgo que comparten con aquellas personas que tienen problemas de peso, bulimia y anorexia.
«Son factores ambientales que incrementan el riesgo del consumo de drogas y de trastornos alimenticios y, lo más importante, son modificables», señala Roberto Secades, psicólogo del grupo de conductas adictivas de la Universidad de Oviedo. «Si el entorno escolar y el familiar influyen, las mismas estrategias educativas y preventivas orientadas a modificar las relaciones en casa, con los amigos y la propia autoestima, pueden reducir la aparición de trastornos alimenticios y el consumo de droga».
El servicio, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Altea (Alicante),…
Hace unos años, este centro tutelar, de titularidad del Ayuntamiento de Donostia, que cuenta con 16…
Francisco Javier Calderón Les es voluntario desde hace aproximadamente un año y medio del Centro…
El programa ofrece apoyo y acompañamiento gratuito en salud mental y/o conductas adictivas (patología dual)…
Nuestro compañero Otger Amatller, coordinador del Departamento de Prevención de la Fundación Salud y Comunidad…
El servicio, de titularidad de la Generalitat Valenciana, gestionado y dirigido por la Fundación Salud…