Sílvia Gómez lleva casi 16 años trabajando en el proyecto “En Plenas Facultades” (EPF) de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y, desde hace 8, es la coordinadora del proyecto. Es graduada en Terapia Ocupacional por la Universidad de Vic, en Barcelona. Posteriormente, realizó un Máster en Coaching Ejecutivo, Personal y de Equipos en la UPF-Barcelona School of Management (UPF-BSM) y, hace unos años, cursó el Máster en Sexología por la Universidad Camilo José Cela (IUNIVES. Instituto Universitario de Sexología). Además, ha realizado diversas formaciones sobre prevención y reducción de riesgos en drogodependencias y, también, sobre perspectiva de género. Esta entrevista, nos permite conocerla mejor, así como el trabajo que realiza en nuestra entidad.

– Remontándonos a los inicios, ¿cómo y cuándo conociste el proyecto “En Plenas Facultades” de FSC?

Mi primer contacto con el EPF fue hace 18 años, concretamente en 2006, como estudiante en la Universidad de Vic, en Barcelona. Tenía mucho interés por ampliar conocimientos en las temáticas del proyecto (drogas y sexualidades) y, estando cursando esta formación, me encantó la metodología participativa, en la cual se centraba el curso, titulado la “Educación entre iguales/Peer Education” y su aplicación en el entorno universitario, para trabajar los contenidos de prevención y promoción de la salud.

Durante el siguiente año, en 2007, me hice voluntaria del proyecto y al tercer año de voluntariado, me propusieron ser la persona referente del proyecto en la Universidad de Vic, lo cual me ha llevado hasta el día de hoy, con la coordinación del proyecto.

– ¿Qué balance haces a nivel profesional de este tiempo que llevas al frente del proyecto?

Es positivo. No puedo obviar que el proyecto en sí, y con él mi trabajo en la entidad, han estado al borde del precipicio alguna que otra vez, debido a los recortes en las subvenciones. Sin duda, me quedo con todos estos años trabajando en el proyecto EPF que me han hecho ampliar conocimientos y crecer, sobre todo, a nivel personal.

– Además, recientemente habéis celebrado los 25 años del proyecto con las IV Jornadas EPF “Sex&Drugs: 25 años de viaje en la prevención con jóvenes” en Barcelona. ¿Qué destacarías sobre este aniversario?

 Sin duda, que el EPF es el único proyecto estatal que, desde hace 25 años, y de forma continuada, trabaja con población joven universitaria, centrándose en las temáticas de prevención y promoción de la salud.

Este dato no es baladí, puesto que, para llegar a la celebración de estos 25 años de vida, se debe tener en cuenta el esfuerzo, dedicación, empeño, respeto, y también cariño, de todas las profesionales que forman y han formado parte del proyecto.

A lo largo, de estos años, “En Plenas Facultades” ha estado activo en un total de 18 universidades diferentes, y en algunas lleva desde hace 17, lo cual se puede considerar todo un logro, tanto por parte del proyecto, como por parte de las universidades que siguen apostando por el trabajo de la prevención y la reducción de riesgos en drogodependencias y la promoción de sexualidades saludables y, en general, de la promoción de la salud en sus campus.

– Habrán sido muchos los momentos vividos y las buenas experiencias que os ha ofrecido este proyecto en 25 años…

 Sí, echando la vista atrás, son muchos los buenos momentos vividos y los recuerdos. Y estos se dividen entre los compartidos con compañeros/as del proyecto; de los que guardo aprendizajes, risas y mucho cariño (algunas ya no trabajan en el proyecto, pero su huella sigue estando presente) y los momentos, algunos muy especiales, vividos durante las formaciones con el alumnado, cuando realizar formaciones era mi única tarea.

El momento vital en el que se encuentra la mayoría del estudiantado del EPF, conocido como “adultez emergente”, es un momento de tránsito hacia la vida adulta, del descubrimiento de nuevas experiencias, pensamientos, sensaciones y de sentires diversos.

Además, el hecho de tener la oportunidad de trabajar las temáticas centrales del proyecto (drogas y sexualidades) en este momento vital del alumnado y el poder hacerlo en un entorno distendido, abierto (de mente), seguro, sin tapujos ni prejuicios y desde el respeto, propicia que se den diálogos y debates muy enriquecedores e íntimos (en algunas ocasiones). De la misma forma, el poder acompañar en la resolución de sus dudas en esos momentos, y en otros posteriores, dado que hay estudiantes que te siguen pidiendo tu consejo/opinión, una vez terminadas las formaciones, es para mí un reconocimiento por su parte y un logro por la mía.

Alguna vez me ha pasado, el coincidir o el hecho de que se acerquen a saludarme exalumnos/as universitarios que hoy en día ya son profesionales en diferentes ámbitos y que me hablan del recuerdo que tienen, cuando realizaron su formación con el EPF… El hecho de que te recuerden con cariño desde su experiencia, no tiene precio.

– ¿En qué momento os encontráis ahora en el proyecto EPF?

 El proyecto se encuentra en un buen momento a nivel de resultados y de reconocimiento, por parte de las administraciones que lo financian. A día de hoy, está activo en un total de 11 universidades de 6 comunidades autónomas diferentes, algunas de las cuales son de reciente incorporación como la Universidad del País Vasco y la Universidad de Zaragoza.

También se está realizando una evaluación del proyecto, con el objetivo de mejorar su eficacia y seguir aumentando sus resultados.

– Mirando hacia el futuro, ¿qué objetivos os planteáis?

El objetivo a medio/largo plazo, además de mantener los buenos resultados en todas las universidades y la confianza, tanto de estas instituciones como de las administraciones financiadoras, es seguir ampliando (en medida de lo posible) el número de comunidades autónomas y universidades “con sello EPF” y, con ello, incrementar el número de profesionales en el equipo del proyecto.

Debo decir como coordinadora del proyecto, y también a modo personal, que además de la mejora de resultados, para mí unas de las prioridades es la mejora de las condiciones laborales y mantenimiento del equipo de profesionales que formamos parte del proyecto, sin el cual, ninguno de los resultados anteriores hubiera sido posible.

– Para finalizar la entrevista, ¿te gustaría destacar algún otro aspecto?

Sí, me gustaría finalizar diciendo que creo firmemente en la necesidad de trabajar la prevención y la promoción de la salud con población universitaria. En este sentido, es importante dar voz, escuchar y proporcionar herramientas a las nuevas generaciones de futuros y futuras profesionales para que construyan un mensaje preventivo desde sus propias necesidades.