Centro de Día de Reinserción"La Crisàlide"

La Crisàlide (la Crisálida) es un Centro de Día para personas que están realizando un proceso de deshabituación de una adicción. En funcionamiento desde 1991, desarrolla actividades terapéuticas, ocupacionales y educativas que facilitan la deshabituación de la drogodependencia y la reinserción sociolaboral. Durante muchos años ha sido conocido como Taller Sociolaboral, hasta que en 2017 se reestructuró y renombró pasando a ser Centro de Día de Reinserción.

El principal objetivo de este servicio es complementar el tratamiento ambulatorio de las personas usuarias mediante el desarrollo de actividades manuales. Éstas sirven de vehículo para conseguir incrementar la capacidad de afrontar y resolver problemas sin recurrir al consumo, incrementar la tolerancia a la frustración, así como fomentar el aumento de la autoestima, la paciencia y la constancia. Todo ello en un entorno inclusivo y protegido que permite, además de este trabajo personal, un incremento de las habilidades sociales, preparando a la persona para la vuelta a la vida activa en sociedad.

Se encuentra ubicado en Barcelona y está conducido por un equipo de profesionales con amplia experiencia en este ámbito. Diariamente se desarrollan actividades dirigidas a mantener la abstinencia, prevenir la marginación y exclusión sociales y facilitar hábitos positivos respecto a la salud y a las relaciones sociales. La marquetería manual en madera y la arteterapia son algunas de las actividades realizadas en el centro, así como también salidas culturales.

Actualmente está financiado por el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya, complementada por algunas cuotas de usuarios.

Programa Terapéutico

Es un espacio terapéutico dirigido a personas que están realizando tratamiento ambulatorio para la deshabituación al alcohol u otras drogas o adicciones. Es también un espacio educativo en el que se potencian las capacidades de afrontamiento y resolución de problemas a nivel personal, así como el aprendizaje en la gestión de las emociones.

Se trabaja a partir de una actividad manual (la marquetería manual en madera o la arteterapia) y a través de una dinámica de relación con el equipo terapéutico y con el grupo que facilitan la consecución de fines terapéuticos. La manualidad será el pretexto para conseguir que se produzcan cambios visibles en la forma como la persona se enfrenta al mundo.

Los objetivos principales que se pretenden conseguir son la consolidación de la abstinencia, el aumento de la autoestima, el desarrollo de habilidades personales y sociales y la recuperación de hábitos pre-laborales, si es el caso. Todo ello, junto con el soporte terapéutico y afectivo de los profesionales contribuye a la preparación de la persona para la integración participativa, activa y afectiva en su entorno personal y social.

El centro ofrece un seguimiento diario de la evolución de los asistentes, lo cual permite la detección inmediata de recaídas, facilitando su posterior recuperación. Además, las coordinaciones periódicas con los centros derivadores permiten un abordaje integral de la problemática de cada usuario, al que se le ofrece atención y soporte individualizado. El tiempo de permanencia es variable en función de las necesidades y la evolución de cada persona.