La crisis ha provocado además el surgimiento de un nuevo perfil de pobreza representado por familias que han perdido su poder adquisitivo.
Los problemas de salud mental crecen entre los niños y los adolescentes por la crisis, y los trastornos se manifiestan cada vez en edades más tempranas, según un estudio elaborado por EDAIA.
EDAIA pertenece a FEDAIA, federación que agrupa a 90 entidades catalanas que trabajan con niños en situación de desamparo o riesgo de exclusión social.
El trabajo, en el que también ha participado un equipo de la Universidad de Barcelona (UB), encabezado por la investigadora y doctora en antropología Violeta Quiroga, se ha realizado entre 2013 y 2014 entre una extensa muestra de personas atendidas por esta entidad, que se ocupa de más de 100.000 niños y 35.000 familias.
El estudio, hecho público hoy por EDAIA, señala que «la gravedad de la situación económica de muchas familias propicia problemas como la ansiedad, el alcoholismo, los maltratos y la desatención de los niños».
Según el presidente de la entidad, Jaume Clupés, la crisis ha provocado además el surgimiento de un nuevo perfil de pobreza representado por familias que han perdido su poder adquisitivo, lo que genera frustración y situaciones de conflicto con los niños y adolescentes».
Además, muchas familias están centradas en conseguir recursos para cubrir las necesidades básicas del hogar y descuidan otros aspectos que son igualmente importantes para el desarrollo de los niños y que permiten mantener un vínculo afectivo de calidad.
«A esto se suma -ha añadido- el hecho de que una parte de la población que antes utilizaba la red privada está obligada ahora a acceder en la red pública, que se encuentra saturada e incapaz de dar respuesta en todas las necesidades».
Desde la FEDAIA se señala que el deterioro de la salud mental es sólo un aspecto más de la falta de inversión en políticas sociales destinadas a favorecer el bienestar de la infancia, que en España y, en particular, en Catalunya se encuentran muy por debajo de la media europea.
Los países miembros de la Unión Europea (UE) destinan a infancia y familia una media de 2,2 % de su Producto Interior Bruto (PIB), mientras que en España este porcentaje es de un 1,4 % y en Catalunya, del 0,9 %.
Para Clupés, no se puede mejorar la actual situación de precariedad en la que se encuentran nuestros niños si disponemos de menos de la mitad del presupuesto que deberíamos tener, y «mejorar la prevención, detección y atención de los problemas de salud mental a tiempo, una de las recomendaciones del estudio, pasa por más inversión».
Fuente: Agencia EFE